Naj Tunich


Si las cuevas jugaban, y todavía juegan, un papel mayor en la cosmovisión Maya, la gruta de Naj Tunich debe haber sido lo que más encarnaba Xibalbá para ellos; el inframundo, el mundo subterráneo. Muchas cuevas son conocidas en el área Maya, con vestigios de rituales y a veces de arte rupestre, pero hasta el día, ninguna como Naj Tunich. 


Vista de la entrada de Naj Tunich, con los "Balcones", terrazas artificiales, dentro de la cueva (foto en 2008: Philippe Costa)


Naj tunich se compone de una entrada monumental, de 150 m de largo, 50 m de ancho y 10 m de alto. La amplia parte baja servía para acoger rituales públicos mayores y en la parte superior, se arreglaron dos terrazas, con muros de mampostería, que podían recibir cientos de personas. Allí se encuentran además los vestigios de 7 tumbas. Este espacio conoció un uso ritual intensivo desde el Preclásico Tardío (500 a.C.-200 d.C.).


Representación de los personajes principales del Popol Vuh, Hunahpu y Xbalanque en el sistema de túneles de Naj Tunich (foto en 2008: Philippe Costa)


Por el último nivel del Balcón, se accede por una entrada al sistema de túneles donde se encuentra la mayoría de las manifestaciones rupestres. El corpus de Naj Tunich es, hasta la actualidad, la más grande colección de representaciones rupestres del Clásico Tardío (600-900 d.C.) del área Maya. Se contabilizarón 94 motivos, los cuales incluyen pinturas, grabados, huellas de manos y de pies. 



Texto jeroglífico con más de 30 glifos (foto en 2013: Philippe Costa)


Entre las pinturas, las inscripciones jeroglíficas son la mayoría; según los investigadores, unas 50 inscripciones incluían un total de 500 jeroglíficos. Se conocen también 7 grabados, incluyendo antropomorfos, zoomorfos y glifos. 


Grabado de dos rostros (foto en 2013: Philippe Costa)

Algunos motivos presentan un nivel de detalle remarcable, en comparación con el tamaño de las representaciones. Los ejecutantes eran artistas confirmados, se adelantó la idea que eran escribanos. 



Personaje realizando un ritual, el ancho de la pintura es de 10 cm (foto en 2013: Philippe Costa)


En uno de los lugares más profundos de la cueva, en un charco casi-seco de arcilla, un personaje dejó las huellas de sus pies. No hace duda que estas huellas son antiguas y fueron hechas a propósito. 

Huellas de pie dibujando un camino en un charco de arcilla (foto en 2008: Philippe Costa)
Después de actos de vandalismos que ocurrieron en 1988, el sistema de túneles está cerrado al público. Sin embargo, una copia de algunas de las pinturas se puede visitar en otra cueva a proximidad de la original. 

Copias las pinturas presentadas en una cueva a proximidad de la original (foto en 2008: Philippe Costa)


Los estudios más recientes permitieron determinar, por medio de análisis en laboratorio, que los pigmentos de las pinturas originales son compuestos de negro de hueso (hueso calcinado molido) y ocres (arcillas ricas en óxido de hierro). 


Bibliografía:

Brady, James E. 1991. “La Arqueología de La Cueva de Naj Tunich: Patrones de Utilización Ritual.” In II Simposio de Investigaciones Arqueológicas En Guatemala En 1988, 179–86. Ciudad de Guatemal: Museo Nacional de Arqueología y Etnología.

Costa, Philippe. 2009. “Diagnóstico Del Estado de Conservación de Las Manifestaciones Gráficas Rupestres De la Cueva de Naj Tunich, Poptún, Petén, Guatemala.”
Guatemala Ciudad.

Stone, Andrea. 1995. Images from the Underworld: Naj Tunich and the Tradition of Maya Cave Painting.
Austin, USA: University of Texas Press.

Stone, Andrea. 1991. “Las Pinturas y Petroglifos de Naj Tunich, Petén.” In II Simposio de Investigaciones Arqueológicas En Guatemala, 187–201.
Guatemala Ciudad, Guatemala: Museo Nacional de Arqueología y Etnología.




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